En la era digital, lanzar un proyecto web o un negocio online es una empresa emocionante que promete nuevas oportunidades de mercado y crecimiento empresarial. Detrás de cada sitio web exitoso, hay una inversión significativa de tiempo, esfuerzo y recursos financieros. Sin embargo, este éxito también viene acompañado de riesgos, siendo uno de los más preocupantes el de una intrusión o hackeo en el sistema.
Protege tu inversión económica
El desarrollo y el mantenimiento de un sitio web requieren una inversión económica apreciable: desde la contratación de desarrolladores, diseñadores y expertos en marketing hasta los gastos recurrentes como el hosting, la seguridad y las actualizaciones. Además, el tiempo que se invierte en planificar y ejecutar la estrategia de un proyecto online es invaluable. Un ataque cibernético puede poner en peligro todo este esfuerzo, resultando en pérdidas financieras directas e indirectas.
También hay que tener en cuenta los costes de recuperar un sitio web hackeado, que pueden ser elevados según los casos. Estos incluyen los costes de los expertos en seguridad que trabajan en la restauración del sitio, las sanciones por incumplimiento de normativas de protección de datos y el posible pago de rescate en caso de ransomware. Por supuesto, se podrían añadir a esos costes los rediseños para cubrir daños hasta la reconstrucción del sitio y los trabajos SEO para subsanar cualquier pérdida de relevancia ante el buscador.
El peligro de la inactividad tras un hackeo a tu página web
Después de un ataque, el sitio web puede necesitar ser cerrado temporalmente para investigar la brecha de seguridad y reparar los daños. Durante este tiempo, la empresa pierde ingresos debido a la incapacidad de realizar transacciones y de atraer a nuevos clientes.
En muchos casos, aún con la página ya recuperada, algunos clientes pierden la confianza y deciden no continuar con el servicio o no realizar más compras.
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